¿Son efecto placebo? ¿Cómo sé si soy candidata a usarla?
Por: Juan Carlos Barrera Márquez
Fundamentación anatómica del uso de fajas como estrategia en la reducción de cintura en la práctica de la recomposición corporal en el fitness.
En los gimnasios es común observar mujeres y algunos hombres traer tipos muy variados de fajas. Estos dispositivos caracterizados por estar manufacturados por cuero, neopreno, tela y de más. Todos bajo diferentes justificaciones detrás de su uso. Para fines de este artículo nos enfocaremos en las fajas asociadas a la reducción de la cintura también en algunos casos llamadas de forma general como fajas “colombianas”, al ser un tema algo polémico haré dos entregas, disfruten la esta primer parte .
Primero debemos de establecer que el presente escrito no pretende apoyar ni contradecir su uso, solamente establecer datos y unas cuantas posibilidades de uso si así se desea. Adicionalmente nuestro criterio de análisis será focalizado a la población comercial del gimnasio (fitness) femenino con ciertas características de experiencia entrenando y con un enfoque claro a la recomposición corporal, haciendo énfasis en la estructura-complexión mexicana.
Esto quiere decir; que para ubicar nuestro segmento poblacional de análisis, tendríamos que reconocer en la mujer promedio mexicana una estructura compacta pero cuadrada y no alargada como en los estereotipos americanos y euro-asiáticos que se han estado promoviendo de alguna u otra manera en el fitness.
Cabe destacar que la mujer latinoamericana tiende a desarrollar cadera ancha derivado del acumulamiento de grasa en esa zona pero también a su vez facilidad para el desarrollo hipertrófico en glúteos y piernas.
Otro punto muy importante a aclarar es la razón-justificación que existe detrás de la aparente necesidad de utilizar estas fajas como herramienta principal en el “remodelado de la figura”. Y es que mientras las de cuero o hasta de velcro reforzado sirven para ofrecer un cierta protección en la destreza de mover-cargar ciertos elementos pesados, resulta curioso observar que no es el mismo objetivo para las fajas fitness.
Seguramente para este punto vendrán a su memoria al menos un artículo que hable negativamente hacia su uso y consecuencias graves para la salud, pero antes de entrar en ese tenor abordaremos bastantes detalles y usted amigo o amiga lector(a) llegue a sus propias conclusiones.
Los músculos abdominales principalmente, el transverso del abdomen, los oblicuos internos y externos están encargados de regular la presión interna del peritoneo con ayuda de superiormente el diafragma, e inferiormente el piso pélvico. Esto significa que nuestro organismo de manera interna en la zona abdominal requiere una “atmósfera” precisa para el correcto funcionamiento de nuestros órganos internos donde podemos destacar colon, intestino delgado, vejiga y riñones.
El acto de aumentar la presión interna por medio de agentes internos (inflamación) y/o externos, como algún mecanismo de compresión como podría ser el uso de fajas, podría repercutir notablemente en el funcionamiento de dichos órganos principalmente en casos de estreñimiento, incontinencia o hasta gastritis y colitis. Todo esto debido a que se está alterando la presión interna de esa zona.
Por otro lado debemos saber que los músculos abdominales participan en diversas funciones adicionales, como por ejemplo músculos posturales encargados de mantenerse erguidos durante la marcha (caminar) gracias a su función “anti-flexora lateral del tronco”.
En términos generales cuando un músculo recibe algún tipo de apoyo externo de manera frecuente que “supla su función”, este reaccionará debilitándose y atrofiándose al ya no ser requerido”.
Por si esto fuera poco, la presión o mejor dicho “las presiones” constantes que ofrece de varios lados las fajas fitness provocan un reacomodo de estructuras blandas susceptibles, órganos principalmente y hasta los pulmones, dando como resultado una reducción sobre la capacidad de almacenaje momentáneo del estómago, transverso del colon y vejiga. Provocando en algunos casos la disminución sobre la capacidad de ingesta alimenticia, acentuando la percepción de la inflamación en casos de colitis, estreñimiento e incontinencia.
Seguramente todo lo antes mencionado, hasta aquí, suena a película de terror e ínsita a un NO rotundo en la adquisición y uso de este tipo de fajas. PERO al ser conscientes de todo podríamos llegar a la conclusión de ciertos “requisitos estratégicos” para su uso. Me gustaría iniciar con el principio fundamental para su adquisición-uso:
DEBEMOS COMPRENDER que para ello debemos de estar sanos, en una atmósfera libre de inflamación, es decir (reiterando el enfoque hacia la población femenina); no usar la faja durante el ciclo menstrual, o en episodios de colitis, gastritis y en etapas post operatorias.
Continuando en el tema de la “inflamación” debemos de gozar de un precedente aceptable de haber estado y estar actualmente en régimen alimenticio (dieta) por más de dos meses, en donde hayamos logrado regular nuestro proceso evacuatorio, es decir el acto de defecar después de cada ingesta solido saciante con una sensación de termino completo y limpieza. Así como también haber disminuido drásticamente o erradicado la colitis y/o gastritis y estar dado de alta con percepción de salud de cualquier operación que se haya vivido.
En el tema de la “usurpación de la función muscular” si ya logramos cierto desarrollo muscular en el complejo abdominal, es decir; podemos demostrar nuestra fortaleza abdominal en el desempeño de ciertas pruebas y/o movimientos, cada vez estaremos más cerca de ser candidatas al uso de fajas. Para ello he preparado para usted las pruebas de control y fortaleza abdominal que suelo hacer en mi sistema de entrenamiento:
PRUEBA 1: Tres o más dominadas
Existen estudios científicos que posicionan a la dominada o el acto de cargar jalando el cuerpo hacia una barra desde una posición de colgado como uno de los ejercicios con mayor “activación muscular” en la zona abdominal. Esto ha provocado una gran cantidad de mal interpretaciones, y es que debemos saber que más activación no quiere decir más desarrollo muscular (hipertrofia), solo debemos de aprender a interpretar correctamente los estudios.
Recordemos que, una de las tantas funciones del complejo muscular abdominal, es el mantener el cuerpo erguido mientras estamos caminando o sentados gracias a su función “anti-flexora lateral” del tronco. En este punto es bastante lógico entender que al desconectar nuestro cuerpo del piso, y tener nuestras piernas y tronco colgados, dicha función se activa y acentúa drásticamente, también a su vez quiere decir que para logar hacer este ejercicio de “dominadas” nuestro control-fortaleza abdominal deberá ser suficiente, de lo contrario, será un claro indicio de no tener el desarrollo abdominal adecuado para empezar a utilizar faja moldeadora.
PRUEBA 2: Planchas y Superman por más de cuatro minutos:
Estos ejercicios son muy utilizados y famosos en el medio de los gimnasios, aunque aplicados con intensiones incorrectas.
Inicialmente, la plancha consiste en adoptar una posición de “lagartija” inmóvil ya sea con brazos extendidos o flexionados apoyándonos en los antebrazos, apoyados inferiormente tan solo con las puntas de los pies, generando una línea horizontal con el cuerpo (una plancha), soportando dicha postura el mayor tiempo posible a través de la contracción constante (isométrica) de los cuádriceps, glúteos y abdominales cuidando no estresar innecesariamente los hombros y el cuello.
OBJETIVO: cabe destacar que aunque en su realidad no es un ejercicio que desarrolle los músculos abdominales como se cree, SÍ es un excelente ejercicio de educación postural que nos prepara para muchísimas exigencias en el gimnasio, como la práctica de la retracción escapular sostenida, la respiración diafragmática durante los esfuerzos y, SOBRE TODO, la consciencia sobre el control-fortaleza abdominal y es por esto que es uno de los 2 ejercicios seleccionados para esta prueba.
Posteriormente tenemos el Superman congelado (super man freeze) o posición de nadador estático para los amantes de los pilates y el yoga, el cual se caracteriza por ser la más fiel de las versiones opuestas a la plancha. Refiriéndonos a su activación-involucramiento muscular, esta posición consiste en recostarse boca abajo extendiendo brazos y piernas, despegando el pecho y los muslos dejando solo el abdomen y la pelvis apoyada en el piso mirando hacia abajo (al piso) o hacia al frente siempre y cuando no se estrese el cuello. Con la regla de no flexionar codos ni rodillas y también evitar juntarlos mientras se realiza el ejercicio
OBJETIVO: Este ejercicio postural de contracción continua (isometría) pretende revelar la fortaleza postural de los músculos erectores de la columna y extensores de la cadera, siendo todos estos músculos los opuestos a las funciones flexores de los músculos abdominales. Análisis crucial debido a que al ser opuestos son estabilizadores, es decir; debe de existir un equilibrio-relación en su desarrollo con la musculatura abdominal.
Una vez comprendidos ambos ejercicios la prueba consistirá en mantener cada postura-ejercicio 1 minuto alternando sin descansos, al ser ejercicios de valoración postural, esta “valoración” se hará notar hasta que las posturas exigidas se encuentren ante la fatiga y solo entonces nos habremos dado cuenta del control-fortaleza abdominal.
Como principal objetivo se deberá de repetir ambos bloques al menos de 2 veces, teniendo una duración mínima la prueba de cuatro minutos.
En mi sistema de entrenamiento, si una persona supera ambas pruebas, mientras se hayan cubierto los puntos (requisitos) iniciales de dieta y resultados, seguramente ya estará a escasos pasos de garantizar su candidatura al uso de faja moldeadora.